Semillas, flores y a veces frutos.

"La flor que se siembre diseña el jardín (el tiempo)".Y no puede ser de otra forma, porque ese pequeño arco iris de perfume, posee su propio universo, su propia trayectoria de aromas. Pero aquí no hablaremos precisamente de las flores y sus propiedades; este sugestivo epígrafe hace parte de una de las nociones de un relato llamado "Sueños"(vivir).

Desde una postura desprevenida y de neófito en materia existencial, siempre se debe intentar aproximarse a su razón (conciencia), más que con herramientas, con una gran sensibilidad desprovista de sectarismos Filosóficos.

Uno de los fenómenos interesantes de la postmodernidad es el agotamiento de los grandes relatos y en el caso de la creación onírica (del vivir) asistimos a una desintegración paulatina de las fronteras estilísticas. Esta fractura no significa de manera alguna el caos ideológico, es más bien un deseo por explorar y asumir nuevas búsquedas con un único horizonte posible: ser artista y creador de un sueño propio.
En este sentido, me parece que un ejemplo significativo es el de cada uno de nosotros, quienes cultivado en existencialismo contemporáneo y discípulo del vivir, ha deslizado suavemente sus ramajes por senderos más cotidianos, pero no por ello más simples.
Sin el ánimo de rotular o clasificar el trabajo de este, advierto con grata emoción que su lírica fresca, sencilla y universal en sus temáticas, se mezcla de forma armónica con un triste anhelo, un deleitoso y callado deseo, un mesurado arpegio de sueños y una rítmica pasión. ¿Arte, idealismo, ciencia o qué? Nada de eso; es sólo vida (naturaleza) que recorre delicadamente las bases de un viejo respiro al borde de la ausencia, una realidad que aparece y desaparece con la agitada respiración de una ciudad cualquiera, una voz que transita desde el susurro y la gravidez de una célula, hasta un registro imposible de no trastornar la piel, la mirada, la sangre y ese intacto universo de voces, gemidos y silencios.

Para no reñir con nadie y menos con aquellos espíritus uniformados (“de” humanos u cualquier estereotipo cual que queráis, podáis, intentéis u logréis imaginar), podemos decir que cada uno logró que la naturaleza se perturbara y se enriqueciera en una sola vida, en un multitudinario medio, o en el solitario y frenético cerebro de un humano; y a su vez logró que la naturaleza fuese interpretada por una nueva lírica, por un depurado sentir.

Como novedad en el trabajo "Sueños", se incorpora un escrito que por sus características se encuentra en ese deleitoso tránsito entre una desgarradora voz de sueño (voz onírica) y un fino deseo. Ese escrito nos lleva de la mano para adelantarnos en ese mundo de mariposas azules, de mariposas con alas de mantequilla, de nombres, de perdidas caricias y( de todo lo que queráis, podáis, intentéis u logréis imaginar “y crear” con la imaginación y su poder “infinito”, pues se dice que el poder de la imaginación nos hace infinitos), lo más sorprendente, nos deja instalados ahí, en ese territorio, sin posibilidad alguna de regresar, de volver a la tranquila servidumbre de un mundo repleto de seguridad.

¿Qué hacer entonces?

Ante el no retorno, la posibilidad es perdernos, desintegrarnos en deseo, en
Sueño, en anhelo y volver a integrarnos en vivir, en río mesurado de aromas,
Color tristeza y finalmente, respirar profundo y dar gracias a la vida porque
Una rama desprendida de un solitario árbol, una diminuta rama ha sido capaz
De instaurar un tiempo diferente, una nueva mirada sobre la piel, sobre la
Sangre, sobre la ciudad y sus secretos.

En el principio, fue el vivir y de ella se desprenden los gestos, las voces,
Las palabras y las cosas (lo que queráis, podáis, intentéis u logréis imaginar). Renunciar al vivir (u a vivir) es evitar una de las más fascinantes aventuras de la condición humana y como decía alguien, cuyo nombre me es esquivo, -la fascinación de leer un libro radica en que después de ese mágico acto no es posible ser él mismo-.
Quien se deja habitar por la vida (y por el vivir) no olvida que detrás de cada sonrisa o de cada mirada, asoma una gota de ternura, un océano de melancolía (lo que queráis, podáis, intentéis u logréis imaginar).
Y que detrás de cada algo de cada alguien un universo, un mundo, una fantasía, una realidad y una vida, un vivir y un relato de “sueños”…

(Lo que queráis, podáis, intentéis u logréis imaginar)





Todo lo anterior es consigna de lo hecho (creado)....................................



Quien os quiere.





Cordialmente.





El Viejo Antoine.